Todo lo que creí seguridad me dejo vacío, y me conforme con un cuerpo tibio bajo mis frazadas.
Encontrarse es la forma más segura de terminar con el canto de los grillos y sus melodías. Es como tener la certeza de los sabores antes de la primera caricia. Y yo la tengo.
Cuando me vi, me di cuenta que era un error haberme dejado a su lado. Pero allí estaba. Hacia muchos años que me estaba esperando, y yo creí que la esperaba a ella.
Pasa el tiempo y uno se olvida de lo que le hace bien, de lo que le hace mal, pero que es tan inevitable como necesario; del lugar que siempre se debía rodear para no recordar nunca el camino, de los huecos para entrelazar los cuerpos y espantar al frío, de las paginas con garabatos y palabras sueltas que juegan a escucharnos hablar, de tu mirada que me estudia, que se enciende cuando busca la respuesta, que brilla como el rocío reflejando soledad. Todo esto lo recuerdo, hasta tus manos dibujando flores en mi espalda, pero me olvide de como hacía para poder abrazarte.
Me encontré y me da mucho miedo donde estoy. Solo intento poder pintar tus ojos algún día.
Yo sé que es un error, pero es el error más importante que quiero cometer. De que sirve seguir sabiendo que es lo que va a pasar mañana. Conocer cada detalle cuando lo simple es infinitamente complicado, cuando no conozco la forma de encontrarte acurrucada junto a mí.
Hoy he decidido perderme. Comencé por escribir.
S.L.